viernes, 2 de octubre de 2009

Noche oscura.

Cuando aparece la noche,
no me gusta abrazarme
a cuerpos en llamas,
ni dar la mano
a afiladas lanzas,
ni encender velas
en prohibidas alcobas,
ni buscar la luz
en el brillo de una daga.
Cuando aparece la noche,
no doy enhorabuenas
a vacías almas,
ni busco cobijo
en amistades falsas,
ni oigo ya el trinar de aves
en mi tejado adoctrinadas,
ni busco el sol ya vencido
por la luna en diaria batalla,
pero tú, bola de pelo largo y negro
de ojos hundidos y de brillante mirada,
escogiste una noche para saltar a la calle
y abandonar tu morada.

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