viernes, 8 de abril de 2011

La indiferencia de mi espiritu.

Mi espiritu,
huele a incienso
y navega entre pétalos
de flor de azahar
que crece y florece
en el jardin de al-Zahira,
déjalo holgarse
de los lloros y lamentos
de una corneta
manchada de cera
de una vela,
y del sudor
de mi costal.

Llamas de cirios
lo llevan jalonado,
enhiesto, altivo ...
siempre despojado,
su único hábito
el blanco y el negro
sus colores sagrados
y la penumbra
como fondo del cuadro.

Tres veces han tocado
su Capataz lo llama
a su encuentro
pero tú ...
déjalo tranquilo
en silencio
no lo nombres
que yo soy su dueño
y no quiero,
sólo lo asedie
el crujir del madero.